LA CASTANYADA: UNA FIESTA POPULAR CATALANA

Un hecho poco conocido sobre Halloween es que el nombre es una contracción, abreviatura de All Hallows’ Evening (Víspera de Todos los Santos). Mucho antes de que los niños fuesen de puerta en puerta disfrazados de Batman y Elsa pidiendo caramelos, se celebraba la víspera del Día de Todos los Santos. En la actualidad, esta festividad cristiana occidental, el Día de Todos los Santos, tiene lugar el 1 de noviembre, y se celebra para recordar a los muertos, especialmente a los santos “canonizados”.

En Cataluña, el Día de Todos los Santos se celebra junto con otra festividad local conocida como la Castanyada. La festividad se centra en una comida familiar que consiste en castañas, boniato asado o al horno, y frutas en conserva. Para el postre se sirven dulces con base de mazapán conocidos como panellets. Los panellets se pueden condimentar y cubrir de diferentes formas: con almendras, coco, chocolate o ralladura de naranja. No obstante, los más populares son los recubiertos de piñones y pintados con huevo. El moscatel, un vino dulce catalán elaborado a partir de uvas moscatel, es la bebida tradicional de esta fiesta popular.

Sin embargo, las castañas son las verdaderas protagonistas de la Castanyada. En toda Barcelona pueden encontrarse vendedores ambulantes, llamados castañeros, que las asan en una parrilla y las sirven en cucuruchos de papel de periódico. Este delicioso tentempié es estupendo para saborearlo mientras paseas por las calles de la ciudad. También es una forma de mantener las manos calientes si hace frío.

Los orígenes exactos de la Castanyada se desconocen, pero se sabe que la fiesta se remonta a las antiguas celebraciones dedicadas a los muertos. Una teoría es que la comida de esta fiesta es lo que los campaneros, que se despertaban temprano el Día de Todos los Santos para tocar las campanas en homenaje a los muertos, comían tradicionalmente al volver a casa.

Otra teoría es que las castañas y los boniatos eran una comida típica que se servía en los funerales y que las castañas simbolizaban la comunión.

Si estás en Barcelona el 1 de noviembre, celebra esta agradable tradición. Párate en el puesto de una castañera, compra castañas calientes y después pásate por alguna pastelería para probar los panellets con piñones.

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