Al llegar el invierno y el clima más fresco, puede que se pregunte cómo prepararse para su viaje a Barcelona. Pero no se preocupe, hay mucha diversión tanto en el interior como al aire libre. Hemos investigado y encontrado cinco actividades memorables para cuando baja la temperatura.
1. Decoración luminosa de Navidad
¿Qué mejor manera de darle la bienvenida al invierno que pasear por las calles de Barcelona iluminadas con luces navideñas e imágenes de las fiestas invernales? ¡Hay más de 400 calles y escaparates decorados que abarcan la impresionante distancia de 100 km en total! Como calle más poblada de Barcelona, La Rambla es una visita obligada en este camino y brilla de principio a fin con un ingenioso arreglo de luces. La Plaza de Cataluña también tiene una exhibición espectacular, especialmente flanqueando el escaparate del Corte Inglés, unos populares grandes almacenes catalanes. También puede dirigirse hacia la Plaza de San Jaime, donde se encuentra el belén oficial de la ciudad y un gran árbol de Navidad muy iluminado. Sea cual sea la calle que elija, seguro que se encontrará rodeado de alegría navideña.
2. Churros y chocolate caliente
Póngase cómodo y dese un capricho dulce con churros azucarados y una taza llena de chocolate caliente. Los churros son una de las pastas preferidas en Barcelona y están hechos de masa pasada por una boquilla en forma de estrella que después se fríe y se espolvorea con azúcar u otros ingredientes sabrosos. Combinan perfectamente con el chocolate caliente, en especial cuando llega el invierno. Después de elaborar esta sabrosa maravilla durante más de 50 años, Xurreria San Roman vende los mejores churros de la ciudad. Cada uno se hace a mano y se fríe en aceite de cacahuete para obtener un sabor delicioso que supera a los que se encuentran en los establecimientos corrientes. En cuanto haya hecho su compra, diríjase a Granja La Pallaresa para acompañarla de una taza de chocolate. Nos encanta su nata extraespesa, que le da al chocolate una textura rica sin saturar los churros.
3. Patinaje sobre hielo
¿Sabía que Barcelona es el lugar donde se encuentra la mayor pista de patinaje sobre hielo de toda Europa? ¡Sí! Hay una pista al aire libre en la Plaza de Cataluña con capacidad para 350 patinadores a la vez en una zona de 4000 m2, llena de luces brillantes, música navideña y aire fresco e invernal. La pista abre de 10:00 a 21:00, los lunes, martes, miércoles y jueves y de 10:00 a 23:00 los viernes y sábados, por una entrada asequible de 10 € por hora. ¿No le apetece patinar? Su prefiere sentarse y ver a los deportistas pasar desde la barrera, ¡es gratis!
4. Spa y baños termales
Un día de spa es el remedio perfecto para un clima frío o lluvioso. Aquí, en Barcelona, hay muchas instalaciones de primer nivel, llenas de baños calientes, saunas y masajistas expertos. En un antiguo almacén construido a finales del siglo XVII junto al Mercado del Born, se encontrará con Aire, probablemente la casa de baños más popular hasta la fecha. Sus servicios de calidad incluyen baños termales, tratamientos faciales, tratamientos con aceites, baños con minerales y sales marinas, e incluso masajes combinados con vino. Reserve con antelación para asegurase una plaza durante su viaje.
5. Cursos de cocina
¡Adquiera una nueva habilidad aprendiendo a cocinar sus propios platos catalanes! Varias empresas ofrecen cursos (en catalán e inglés) y, por lo general, incluyen un recorrido por un mercado o restaurante, instrucciones, una clase de cocina práctica y tiempo para compartir sus alimentos recién cocinados con amigos y una copa de vino. Situada justo junto al mercado de alimentación de la Boquería, la clase de cocina española de Barcelona Cooking le enseñará a preparar cuatro platos clásicos catalanes: paella, sopa, aperitivos y postre. Y, si asiste un viernes, la entrada incluye un recorrido por la Boquería.
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